El año pasado, el sector logístico y de transporte cerró con un panorama marcado por el COVID 19 y sus restricciones, el incremento de los precios del combustible, la crisis en la cadena de suministro, la incertidumbre respecto al futuro y más.
Al iniciar el nuevo año, se añadieron nuevos desafíos y retos logísticos a resolver: la reducción de los tiempos de espera de los transportistas, el mejoramiento en la trazabilidad de las mercancías y la adopción de la Carta Porte (ahora obligatoria en el territorio mexicano y diferentes partes del mundo).
Si se habla de logística, transporte y movimiento mundial, temas como la inflación, consecuencias por la pandemia, conflictos bélicos, déficit de operadores y delincuencia, vienen a la mesa.
Recientemente, el Banco de México destacó que México tiene una inflación interanual del 7.99%. Esto impacta directamente a la cadena de suministro entre un 15 y 20% en los costos de transporte y tecnología, que luego afectarán el precio de llantas, peajes, gasolina y diésel.
Entre algunos de los retos están:
- Déficit de operadores y capacitación
Actualmente, la escasez de operadores está creciendo a nivel mundial. Tan solo en México existe una carencia del 30% debido al alto índice de delincuencia en el transporte carretero y a la pandemia por Covid-19.
Por otro lado, el tema de la capacitación en la industria también se ha visto rezagada debido a la falta de personal calificado: según cifras de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), existe un parque vehicular de 583 mil 440 unidades y de ellas, alrededor del 85% son “hombres camión”, quienes generalmente no cuentan con mantenimiento, seguridad ni capacitación para sus operadores.
- Incremento en la canasta básica del transporte
Debido a la inflación y el incremento de los precios en productos básicos, la canasta básica del autotransporte también se vio afectada; el diésel, el peaje, los neumáticos, el mantenimiento de las unidades, las prestaciones sociales para el operador y las capacitaciones se han encarecido, afectando directamente a las pequeñas o medianas empresas que no se han podido dar abasto.
- Guerra entre Ucrania y Rusia
Otro punto que ha afectado es el conflicto bélico entre estas dos naciones desde febrero del 2022, ha alterado la cadena de suministro internacional. Hay problemas con la falta de granos, el desabasto en el sector alimenticio a escala mundial y en insumos tecnológicos y de refacciones, lo que directamente afectó a la industria tecnológica y de autopartes en México, ralentizando sus procesos y distribución.
- Complemento Carta Porte obligatoria
Ante estas situaciones, se agregó la entrada en vigor del Complemento Carta Porte, un documento fiscal digital, que se emite por la prestación de servicios de autotransporte, el cual busca clarificar el proceso del ingreso y traslado de mercancías en el país, evitando la delincuencia y el incremento de precios en el transporte.
Si bien los cambios y retos siempre se tienen que enfrentar, ahora más que nunca las compañías deben de conocer lo mejor posible el contexto donde se realizan sus actividades logísticas, incluir certificaciones en la gestión de la cadena de suministro, incorporar la tecnología en sus procesos y reforzar su seguridad.
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