Hace unos días, se dio a conocer que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) solicitó al gobierno mexicano un plan de transición para facilitar el traslado de las operaciones de carga delicada del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a otras terminales del país.
“El AICM está saturado, tanto en espacio aéreo, como en la capacidad de los edificios terminales. Las operaciones de carga afectan la capacidad de operación de la infraestructura de la terminal, por lo que a fin de salvaguardar la seguridad de las operaciones aéreas, y la integridad de los usuarios que utilizan el AICM, es necesario trasladar la carga hacia la red aeroportuaria disponible en el país”, aclaró el gobierno mexicano.
¿Cuáles serán los cambios?
Cabe mencionar que, de acuerdo con el documento, los concesionarios y permisionarios que proporcionen el servicio de transporte aéreo, nacional e internacional, regular y no regular, exclusivo de carga, cuentan con un periodo máximo de 90 días hábiles, a partir de la entrada en vigor del decreto, para ubicar sus operaciones fuera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Como respuesta a el pedimento de la IATA, el gobierno está alentando a las aerolíneas a aprovechar las ventajas del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), pero para lograr este objetivo es necesario cumplir con una serie de elementos críticos e independientes relacionados con la infraestructura de carga.
Y los retos comienzan
Se estima que mudar las operaciones cargueras del AICM tendrá un costo total de 9 millones 713 mil 706 pesos, según la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC); también se prevé que el beneficio podría ser de hasta 232 millones 57 mil 824 pesos.
Esta propuesta busca beneficiar a ambos puntos logísticos, pero no todo puede lograrse de la noche a la mañana: entre los retos para lograr esta transición, el AIFA debe de cumplir con certificaciones de terceros, requeridas por los operadores de las terminales; tener equipamiento adecuado para los almacenes de carga; contar con sistema aduanero operativo; tener a los agentes aduanales suficientes para despachar la carga importada, y hacer el registro de agentes de carga.
Por otro lado, uno de los temas más importantes, es que el gobierno complete la infraestructura de transporte terrestre hacia y desde el AIFA, ya que actualmente es inadecuada para apoyar al movimiento y traslado de pasajeros y carga.
La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) debe actualizar las “Bases generales para la asignación de horarios y de aterrizaje y despegue en aeropuertos en condiciones de saturación”, e incorporar el presente decreto en la Publicación de Información Aeronáutica (PIA).
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), deberá revisar y modificar, las concesiones del servicio público de transporte aéreo nacional regular y no regular de carga.
Mientras que el AICM tendrá que gestionar la asignación de horarios de aterrizaje y despegue, conforme al decreto.
"La mayor parte de las operaciones de carga en el mercado mexicano se manejan actualmente en el AICM, ni las aerolíneas ni la cadena de suministro de carga asociada pueden simplemente empacar y mudarse a un aeropuerto alternativo. Todo este proceso supone una complejidad y debe estar bien planificado para evitar cualquier interrupción operativa.", aseguró Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA para las Américas
El futuro no tarda
No todo es tan turbulento: según estimaciones del la AFAC, esta propuesta permitirá solucionar el problema de la saturación del campo aéreo y de las terminales de pasajeros en el AICM. Facilitará a las empresas el hacer uso de la infraestructura aeroportuaria del país y contribuirá a la detonación de polos de desarrollo en las diferentes regiones que integran la República, donde se cuenta con la capacidad suficiente en términos de potencial económico, infraestructura y mano de obra calificada para atender la demanda y requerimientos de los servicios de transporte aéreo de carga.
