El aumento de tensión entre Estados Unidos y China crece ahora por el lado de América Latina, llegando ha plantearse dos caminos en la cadena de suministro, donde los proveedores que compiten entre sí, las tecnologías estratégicas y los componentes críticos se mantienen discretos por razones de seguridad nacional, agregando más tensión a la ya vivida en las cadenas de suministro mundiales.
Según datos comerciales de la ONU de 2015 a 2021, fuera de México, el principal socio comercial de América Latina es China, dejando ver que Estados Unidos “ha perdido terreno” en una región rica en recursos naturales, a pesar de que actualmente se pretende restablecer lazos con estos países en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles.
Tan solo el año pasado, excluyendo a México, los flujos comerciales totales de importaciones y exportaciones entre América Latina y China alcanzaron casi 247 mil millones de dólares, a comparación con Estados Unidos, donde la cifra fue de 174 mil millones de dólares.
Papel de México y su relación
Por su parte, México y Estados Unidos han tenido una relación muy estrecha desde 1990 gracias al Tratado de Libre Comercio, significando también un puente comercial para el resto de América Latina.
Pero según funcionarios actuales y anteriores, Estados Unidos a pesar de tomar medidas concretas para no descuidar esta región, China siendo un importante comprador de granos, metales y un país muy relevante en el comercio internacional, ha ofrecido más a América Latina en términos de inversión, comercio y conectividad, por lo que ha sido más atractiva esta propuesta.
“Los lazos comerciales, económicos y tecnológicos más importantes para América Latina son definitivamente con China, que es el principal socio comercial de la región, muy por encima de Estados Unidos”, dijo Juan Carlos Capunay, exembajador de Perú en China
¿Cómo impacta en el mundo?
A pesar de todos los esfuerzos y alternativas por parte de Estados Unidos frente a esta situación con China y América Latina, se podría enfrentar al rechazo y a cuestionamientos sobre cómo las economías diversas podrían hacer que funcionen estas alternativas.
Por lo mientras China lidera en Argentina, ampliando su liderazgo en los gigantes andinos del cobre Chile y Perú, también se ha visto un gran avance en Brasil y la lista aún es larga, pero dada la complejidad del asunto y las relaciones internacionales especialmente entre Occidente y el mundo debido a su potente desarrollo, es inevitable que muchos países emergentes tengan que elegir un camino u otro buscando su beneficio.
Por su parte Estados Unidos está tomando esta situación de la mejor manera, con objetivos claros a resolver: atención específica sobre América Latina, hacer propuestas que incluyan inversiones y crecimiento económico entre las regiones y concretar políticas beneficiosas para todas las partes involucradas.
