Germán Larrea, empresario mexicano, director de Grupo México, la empresa minera más importante de México y la quinta productora de cobre a nivel mundial, recibió un fuerte golpe la semana pasada. Grupo México Transportes, empresa anteriormente conocida como Ferromex, ha sido afectada gravemente por el reciente decreto de expropiación del gobierno de López Obrador. Este movimiento ha provocado la toma de las instalaciones por parte de las Fuerzas Armadas. Son tres los tramos expropiados: de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de Hibueras a Minatitlán y de El Chapo a Coatzacoalco. Todos se encuentran en el estado de Veracruz.
El empresario comunicó que la empresa se encuentra en un periodo de análisis de la situación. Se evaluarán los alcances y efectos del decreto presidencial para determinar las acciones que tomarán. También dijo que «a pesar de la ocupación de sus instalaciones, la empresa seguirá acudiendo de buena fe a la negociación en busca de un buen acuerdo para ambas partes y mantendrá el servicio de calidad a sus clientes mientras el Gobierno federal le permita operar sus trenes y mantener la vía y toda la infraestructura ferroviaria en condiciones óptimas de seguridad y tráfico.» El presidente López Obrador comentó que los tramos son de utilidad pública y que serán responsabilidad de la paraestatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, operada por la Secretaría de Marina.
El territorio ha estado bajo negocicación desde el 2022: el decreto tomó por sorpresa al empresario y a todo Grupo México. La sorpresiva acción militar sucedió sin precedentes ni razones aparentes; de hecho, el 19 de mayo se habían acordado juntas de trabajo para continuar con las negociaciones. La insistencia por parte del gobierno implican que la Marina se encargará del cuidado, mantenimiento, seguridad y operación de las rutas. Por lo pronto, la empresa continuará analizando la situación e intentará llegar a acuerdos que le permitan continuar con sus servicios y que afecten lo menos posible a sus usuarios.
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