Estos últimos dos años han estado llenos de situaciones complicadas alrededor del mundo. Por un lado, la pandemia y por el otro la guerra, desequilibraron la industria logística mundial, dejando estragos hasta ahora. Pero ahora el mundo se está viendo afectado por una nueva problemática: hay escasez de barcos disponibles.
¿Por qué está sucediendo esto?
Actualmente los barcos están siendo ocupados para otras tareas más allá del envío de mercancías. Y el por qué, es el gas ruso, el cual está siendo exportado como gas natural licuado (GNL).
Este recurso en los últimos meses ha elevado su precio a cifras máximas, obligando a que los barcos estén realizando rutas cada vez más y más largas para nivelar lo que se gasta en el trayecto y la venta final, quienes además transportan gasolina y diésel, obligando a las embarcaciones permanecer más tiempo en el mar, reduciendo el acceso a los barcos.
Ahora bien, en Europa no parece cesar la guerra y el invierno no está por tardar, incrementando al mismo tiempo la demanda de GNL, el costo de envío y el tiempo de llegada.
Las olas cada vez más grandes...
En la misma línea, aquellas empresas que tienen barcos, no los están soltando, reteniéndolos el mayor tiempo posible. Así mismo, las tarifas no se han quedado estáticas, pues tan solo en Canal de Suez, uno de los más importantes para el comercio internacional, se prevé un incremento en un 15% para 2023.
Esta medida contribuirá a que los costos de envío por barco sean aún más altos, pero al mismo tiempo también se busca que con esta medida, las compañías navieras liberen barcos porque algunos envíos ya no le salgan a cuenta.
¡Solución a la vista!
Como una nueva alternativa, los involucrados en la industria comercial y logística, han optado por movilizar sus mercancías y productos a través de aviones de carga.
Según datos del Wall Street Journal, esta es una buena opción, ya que la industria de los aviones de carga creció un 20% al año pasado y se espera que este 2022 aumente más.
