El FMI (Fondo Monetario Internacional), ha denominado como AL-5 a cinco países Latinoamericanos: México, Brasil, Chile, Colombia y Perú, y recientemente determinó que son pocos de los países del mundo que han logrado salir de la turbulencia económica mundial con estabilidad en sus cuentas públicas.
Lo cual coloca a los AL-5 en una posición dentro de la cual pueden aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece el comercio mundial.
¿Por qué? Según el FMI, esto se debe en gran medida a las políticas macroeconómicas de dichos países, entre las cuales destacan:
Las metas de inflación
Autonomía de parte de los bancos centrales
Flexibilidad cambiaria
Reglas fiscales que buscan garantizar la sostenibilidad fiscal, pero con márgenes para desvíos en casos excepcionales
Integración financiera internacional
Sin embargo, esto no implica que los países latinoamericanos mencionados no enfrenten ningún reto, según lo señaló Rodrigo Valdés, director del departamento del Hemisferio Occidental, en el blog institucional.
En el texto, se refiere a fomentar el potencial de crecimiento de largo plazo para superar el estancamiento de la productividad; mejorar la distribución persistentemente desigual del ingreso y el poder, así como frenar el avance de la delincuencia y disminuir la percepción de inseguridad.
“Si bien es cierto que hay diferencias entre los países y que aún se puede lograr una mayor estabilidad macroeconómica es admirable y destacable el cambio respecto de la época en que la región estaba plagada de problemas económicos”, señaló.
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