La pandemia de Covid-19 dio paso a una crisis mundial que recorrió múltiples industrias, afectó varias economías, cadenas de suministro, empresas y más.
Una de las industrias donde repercutió un poco más fue la escasez de semiconductores, generando a su vez, una crisis en la industria automotriz, misma que aún no ha podido ser resuelta.
Estas situaciones simplemente fueron resultado de una crisis con efecto dominó, en donde también la escasez de vidrio salió a flote a nivel mundial, poniendo el jaque la producción desde parabrisas y ventanas para automóviles nuevos hasta celulares y productos necesarios de este material.
La empresa Volkswagen señaló que la situación podría empeorar, tal y como sucedió con los semiconductores, obligando a las empresas buscar nuevos proveedores fuera del continente europeo.
¿Cómo inició esta escasez?
Desde haca unos meses, se ha reportado la falta de botellas y frascos de vidrio por parte de la industria de alimentos y farmacéuticas, ya que diversos perdidos no han podido ser concluidos debido a la desaceleración en la fabricación del cristal.
Y este no es un tema aislado, ya que para producir vidrio se necesita calentar los componentes mediante la combustión de derivados del petróleo, mismos que han sufrido una crisis durante la pandemia por Covid-19 y que se agudizó debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que Rusia cortó el suministro de gas a los países Europeos.
Una de las problemáticas más visibles es que con este contexto, los principales fabricantes de vidrio en el mundo como Francia, Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido, se están viendo afectados, tomando acciones como parar líneas de producción, reducir el ritmo de esas mismas e inclusive dejar unidades de automóviles y botellas incompletas.
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